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martes, 14 de febrero de 2012

LNB : "Debemos saber muy bien quiénes son nuestros competidores"

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Nota a Guillermo Narvarte en “Uno Contra Uno Radio” luego de la derrota frente a Boca Jrs. por la fecha 22va. de la segunda fase de la Liga Nacional.

 
Pese a que todavía no pudo dirigir desde el rectángulo de juego, Guillermo Narvarte ya lo vive desde adentro. El flamante entrenador de San Martín de Corrientes pasó por Uno contra Uno Radio y habló tras la ajustada derrota sufrida ante Boca. Más allá del traspié, el DT que proviene del Biguá de Uruguay remarcó que el equipo le brindó “una gran enseñanza” y que encontró señales positivas en sus dirigidos. Además, afirmó que el objetivo es mentalizarse en los rivales directos y no pensar en otra cosa que en su inmediato perseguidor. Por último, aclaró que hará un diagnóstico y luego evaluará si es necesario hacer algún cambio en el plantel.


–¿Anoche pudiste dirigir? Muchos tienen esa duda.


–No. Por los tiempos y demás no llegó la habilitación. Sufrí en la tribuna. A su vez, hice la charla en el hotel y, también, estuve en el vestuario durante el entretiempo. Es la primera vez que me pasa, pero no quise ser más imprudente de lo que se debe. Es decir, no me gustaría estar dirigiendo y tener una persona atrás que me esté diciendo lo que tengo que hacer. Con Facundo (Muller) charlamos antes del juego y lo preparamos normalmente. En el entretiempo, antes de hablar con los jugadores, volvimos a hablar un poquito y dimos la charla. A su vez, durante el juego él tomó las decisiones que debió tomar. Pero fue difícil empezar con una situación así, sufriendo desde afuera.


–¿Y qué viste desde afuera?


–Lo que yo quería ver era qué tipo de señales nos daban. Más allá del final, creo que el equipo nos dio una gran enseñanza. Uno que recién llega trata de ver el vaso medio lleno. Lo que le planteamos intentaron cumplirlo. Creo que el cierre del segundo cuarto y todo el tercero fueron de altísimo nivel. Quizá, en el último cuarto nos quedamos sin combustible y volvieron algunos recuerdos. Me parece que pasó por lo anímico. A su vez, fuimos competitivos y el equipo fue a luchar de igual a igual.


–Más allá de las señales que te dio el equipo, ayer alcanzó la sexta derrota. ¿Cómo se hace para revertir la historia?


–Una de las cosas que hablé con los jugadores fue, en primer punto, reconocer verdaderamente el escenario en el que estamos. Eso es fundamental. Es decir, saber bien para qué estamos y lo que nos estamos jugando. Hoy jugamos contra Boca, pero mañana nos va a tocar contra Obras, Peñarol o Regatas y son equipos que tienen objetivos diferentes. Entonces, parece que por el ánimo de luchar le queremos jugar de igual a igual a todos. Y está perfecto, pero debemos saber muy bien quiénes son nuestros competidores. Lo que hizo La Unión de Formosa durante el último mes, que es el mejor equipo de los últimos 30 días, no es algo sencillo o que pueda hacer cualquier equipo. O la racha de ocho triunfos que metió Atenas. No todo el mundo lo puede hacer. Lo hicieron porque tuvieron un buen momento y rendimiento. Peor nosotros tenemos un mes y un extranjero que lleva tres partidos y dos prácticas, que es Juan Coronado. Además, Lucas (Victoriano), que es un referente muy importante para el equipo, estuvo parado casi 90 días. A su vez, Yack (Michael Martínez), que se quedó sin competencia después de los Juegos Panamericanos, se está acoplando al equipo y conociendo la Liga. Ahora cambio de entrenador. También estuvieron mucho tiempo con (Agustín) Carabajal y (Pablo) Albertinaci. Hay muchas situaciones y debemos prepararnos para el momento más importante. Si bien tenemos chances matemáticas, lo más importantes es fijarnos a quién tenemos adelante y tratar de pasarlo.


–Lo hablamos casi todos los días. Es un mini torneo: Quilmes, Olímpico, 9 de Julio y Boca, que está en el duodécimo lugar.


–Claro que hay que agregar a Boca. Para un equipo que lucha por meterse entre los ocho y hace meses que viene en el décimo o undécimo lugar, caer el último fin de semana y terminar en la decimotercera posición es muy difícil. Entonces, al otro día tenés que estar jugando por la permanencia, cuando estuviste ocho meses mirando si podías entrar entre los ocho. Hay un duelo que hacer. El año pasado le tocó a Monte Hermoso: fue toda la competencia entre el octavo y décimo lugar, y los últimos 15 días se encontró que tenía que jugar por la permanencia contra un equipo como Sionista, que hacía un mes sabía lo iba a jugar. Eso es muy importante, porque en esta Liga lo mental tiene mucho que ver. Nosotros tenemos un mes para intentar alcanzar un pico de rendimiento importante.


–Imagino que el hecho de tenerlo a Facundo, con quien ya trabajaste, facilita un poco las cosas.


–Sí, sin dudas. Ya estuvimos tres o cuatro temporadas juntos. Y en equipos diferentes, porque es el tercer equipo que compartimos. Yo sé cómo ve las cosas y él sabe cómo las veo yo. Me permitió entrar al equipo y, durante este tiempo, me va a ayudar a manejar las diferentes situaciones. Hay jugadores de mucha experiencia y extranjeros que uno conoce. Eso te permite conocer los hábitos.


–¿Se hace difícil volver a la Liga Nacional?


–Sí. Poder dirigir en el exterior fue algo que me sedujo. Además, se dieron algunas situaciones que no me permitían estar en la Liga Nacional, como los torneos juveniles cuando trabaja en la selección. La Liga está muy competitiva, y hay una llegada de jugadores y entrenadores de muchísimo nivel. Trabajar en esta Liga es muy bueno: jerarquiza la carrera. A su vez, me parece que hay un grupo de entrenadores que hoy no están trabajando y que están en condiciones de hacerlo. Argentina tiene un grupo de entrenadores de alto nivel, que sobrepasa a los 16 equipos de la divisional.


–Sí, la prueba es Gonzalo García en Brasil, Rubén Magano en la selección, la vuelta de Néstor García, ahora la tuya.


–La Liga tiene 16 equipos, pero el nivel del entrenador en Argentina ha crecido muchísimo. Muchas de las cosas que pasaron en este último tiempo a nivel internacional, y no hablo solamente de la Generación Dorada, han hecho mucho por nuestro básquet y para que nuestra Liga sea la mejor de América.


–¿Es saludable pensar en algún cambio?


–Hace 48 horas que estoy con el equipo. Entonces, una de las cosas que le pedí a Facundo es toda la información que me pueda dar. No puedo llegar con preconceptos. Esta semana tenemos cuatro juegos y voy a poder hacer un diagnóstico. Además, el mercado es condicionante. Tenemos la posibilidad de cambiar un nacional y un extranjero. Tiene que ser una herramienta para beneficiarnos y no como un elemento de presión. No sería bueno usarla porque tenemos la posibilidad. Si lo generemos, tiene que haber una razón bastante consistente para que nos haga mejor.


–¿Te seduce que Román González o Nicolás Gianella están en el mercado?


–Son jugadores que están en diferentes situaciones. Nicolás vienen de Europa y estar en competencia y Román, hace tiempo que no lo está. Además, hay que ver si son las necesidades que tenemos. Es lo vamos a evaluar. Hablamos de un base y un pivot, y En San Martín los tenemos a Lucas Victoriano y Yack Martínez.



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