Tras un fabuloso, arrogante triple de Dwyane Wade desde el banquillo de los Dallas Mavericks, los Miami Heat dominaban por 88-73 el segundo partido de la final de la NBA, ante 20.003 espectadores en el American Airlines Arena de Miami... a 7:14 del final del partido. Pero cuando el juego acabó, tras un colapso asombroso de los Heat y una recuperación milagrosa de los Mavs, Dallas había ganado por 93-95, con cinco puntos finales de Dirk Nowitzki que empatan a uno la serie final de la NBA. El parcial final para Dallas fue de 5-22, a partir de una canasta de Terry, a 6:19. A 26,7 segundos, el único triple de Nowitzki remataba una estampida de 2-20: 90-93. Miami pidió tiempo y montó una astuta jugada de tres para Chalmers, que empató a 93, en plena soledad, también casi desde el banquillo de Dallas, y en asistencia de LeBron James, que se había mostrado obtuso en varios de los anteriores ataques de Miami. Tras el triple de Chalmers y otro tiempo muerto, Dallas buscó a Nowitzki, quien maniobró ante Bosh, ´uno contra uno´ y acabó dejando una bandeja que, a sólo 3,6 segundos, imponía el 93-95. El triple agónico de Wade (36 puntos) no entró, y la serie se muda a Dallas con 1-1. Se trata de la primera derrota de Miami en su pista en estos playoffs 2011. Los tres próximos partidos se juegan, a partir del domingo, en el American Airlines Center de Dallas.
Cuando sólo se juegan las finales, la NBA y su entorno no cesan de producir noticias: además de la retirada de Shaquille O´Neal (con previsible retorno), que incluyó ´tweets´ de apoyo a LeBron James y Wade ("Fui mejor a vuestro lado, ahora id y coged ese anillo"), el Comisionado Stern fue uno más de los 20.003 espectadores del Arena de Miami, tras avanzar muchísimo en las negociaciones colectivas con el Sindicato de Jugadores (NBAP). Hubo reuniones hasta de cuatro horas. Ahora, la Liga y el Sindicato coinciden en calificar la situación como "más esperanzadora", de cara a evitar un cierre patronal el próximo día 30. Las negociaciones van a continuar en Dallas. En lo tocante a España, el flujo tampoco cesa: ya son conocidas la confirmación de Pau Gasol para el Eurobasket de Lituania... y la de Ricky Rubio para jugar la próxima temporada en los Minnesota Timberwolves.
"Esta recuperación sólo ha sido posible gracias al compromiso defensivo del equipo y a los ajustes que han hecho el equipo técnico y mis compañeros en el ataque posicional. Donde de verdad pillamos a Miami fue con nuestra defensa", resumió Dirk Nowitzki al final del partido. Poco antes, durante el juego y a micrófono abierto, Erik Spoelstra, entrenador de Miami, insistía a sus jugadores: "Hay que ser competitivos al final, porque ellos no lo van a dar por perdido sólo hasta el final, van a seguir viniendo, no podemos esperar otra cosa". Fue exactamente así. Con un 15-1 entre los minutos 21 y 27, Miami había remontado el 42-51 del minuto 21 (canasta de Marion), gracias, esencialmente, a buenos robos de Wade, Bibby y LeBron, acompañados de sendos triples del mismo Bibby y vuelos en contragolpe de James y Wade. Del 51-51 del descanso se saltó al 71-61 del minuto 33 (a 3:02 del final del tercer cuarto), tras tiro libre de Wade. Hasta ahí, Nowitzki (pequeña férula en el tendón de un dedo, mano izquierda), llevaba 13 puntos, rodeado por Joel Anthony y las ayudas interiores de Miami. Dallas, que había visto reconocida (o ´scouteada´) por Miami su zona 2-1-2, había alternado la zona con cerrada defensa individual, a menudo rota por James y Wade. Los ataques posicionales eran espesos, con poco fluido y bastante lentitud en los pases interiores: eso permitió a la defensa de Miami provocar hasta seis pérdidas de balón en ese tercer cuarto, que concluyó 75-71 para los Heat, tras acortar un tiro de Jason Terry, en suspensión.
El arranque del último cuarto pareció sentenciar a Dallas. Un 2-0 para Miami hubiera valido medio anillo. Anduvo cerca: Marion anotó de salida en ese último cuarto (75-73)... pero Miami respondió con ese atronador 13-0 en menos de tres minutos: nueve puntos de Wade, que parecía literalmente volar y rugir, dos de Bosh y otros dos de Chalmers. El triple de Wade ya relatado, el que valió el 88-73 en asistencia de Chalmers y ante los técnicos y reservas de Dallas, parecía sentenciarlo todo: los Mavericks se fueron al tiempo muerto con la cabeza gacha y como un ejército en retirada, bajo el hirviente griterío del Arena de Miami; LeBron gritaba y daba puñetazos en el pecho del exultante Wade: los reyes de la jungla del Arena, en ´Downtown´ Miami.
Pero los reyes de la jungla, un pelín insolentes, se fueron durmendo en su arrogancia, pese a las advertencias de Spoelstra. Dieron el asunto por concluido y... en sólo 2:45, el asunto se reabría: 0-8 para los Mavs, 88-81, a 4:30. con Marion y Terry desahogando el cerco sobre Nowitzki. Dos tiros libres de LeBron valieron el 90-81, a 4:10... pero ahí surgió Jason Kidd, al que asistió el rodeado Nowitzki, para sellar el 90-84 y desatar todas las alarmas en Miami con un triple larguísimo, pero en solitario. Eso era a 3:54 del final. Después llegaron dos puntos de Terry y cuatro de Nowitzki, que logró el 90-90 en bandeja, a 57,6 segundos, tras fallos y pérdidas de LeBron James, Wade y Haslem, todos bloqueados y con los nervios disparados. Con 90-90, Wade falló un triple, reboteó Nowitzki... y Dirk se dirigió hacia su puesto de tiro para el triple que valió el 90-93, marcando el escenario final y el desenlace: el que rió el último, y a toda pastilla, fue Mark Cuban, propietario de los Mavericks: en silla de pista.
Como apuntó el mismo Nowitzki, una de las claves fue el dominio de Dallas en el rebote: 41 capturas, 11 ofensivas, por sólo 30 de Miami (seis en ataque). Eso compensó las 18 pérdidas de Dallas (18 asistencias) por sólo 12 de Miami (13 asistencias). El dominio del rebote ofensivo y los segundos tiros permitieron a Dallas un buen porcentaje de aciertos en tiro: 48,0% (36/75), con 6/17 en triples y 17/21 desde la personal. Nowitzki lideró totalmente a los ganadores con 24 puntos (11/22 en tiros, 1/2 en triples) y 11 rebotes, seguido de cerca por Marion (20 puntos, 9/14) y ocho rebotes, sin olvidar a Terry (16 puntos) y Kidd: seis puntos, ocho rebotes, cinco asistencias y sendos triples vitales, sobre todo el del 90-84. El pívot Chandler adicionó 13 puntos y siete rebotes. Para los Heat, Wade (13/20 en tiros) anotó quizá los 36 puntos más olvidables en su carrera. También aportó cinco rebotes y seis asistencias. LeBron logró 20 puntos (8/15, 2/7 en triples) y ocho rebotes, pero sufrió un severo cortocircuito de ideas y acierto a la hora de la verdad. Para Bosh, 12 puntos, con un mal 4/16, y ocho rebotes, sin piernas ni agresividad en la defensa definitiva sobre Nowitzki. Bibby (14 puntos, 4/7 en triples) y Chalmers (nueve puntos, con el triple del 93-93) ayudaron lo que pudieron. Pero esta vez fue otra noche memorable de Nowitzki. Esta derrota y la forma en que ha llegado va a pasar mucha factura mental a Miami. Tras silenciar el Arena de Miami, Dallas vuelve a Texas, a casa, con todo el viento en las velas. Pero se diría que LeBron, Wade y Bosh, los reyes de la jungla aquietada en Miami, aún tienen cosas que decir en otra jungla, en Dallas...
AS.com
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