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viernes, 3 de junio de 2011

"Llevamos a San Martín al lugar donde se merecía estar"

Solo unos pocos imaginaban que en su primera temporada podía alcanzar el máximo objetivo. El entrenador Ariel Rearte marcó su plan, puso todo y devolvió con creces a la confianza que depositó la dirigencia de San Martín para llegar a la Liga Nacional.

"Fue la temporada más soñada. Si uno la imagina no puede salir tan perfecta. No es fácil que confíen en un entrenador debutante y en su primera posibilidad el club confío en mi y le estaré siempre agradecido", dijo el artífice del ascenso.

Rearte se mostró agradecido y orgulloso por el objetivo cumplido, pero con la tranquilidad de sentir el apoyo un unánime. Tras cuatro temporadas en el TNA, el club correntino alcanzó el ascenso y fue en el momento preciso de sostener al entrenador chaqueño como la cabeza principal. Rearte fue parte de todos los procesos, los tres primeros como asistentes del rosarino Pablo D’Angelo y el bahiense Daniel Frola. "Nombrar a uno por encima del otro sería injusto.

Con los dos aprendí mucho y fueron fundamentales para este ascenso. Me dieron confianza y resalto la enseñanza que priorizaban los dos, de formar un grupo humano para después fijar los objetivos", dijo el coach que sumó su segundo ascenso con San Martín (el anterior fue tras ganar el Argentino de Clubes 2007 y llegar a la Liga B).

Y se largó por primera vez como "coach principal" con un objetivo claro y de máximo valor: "Está demostrado que es la categoría más dura y lograr objetivos es lo más lindo en esta carrera. Llevamos a San Martín al lugar donde se merecía estar porque estaba haciendo muy bien las cosas".

Pero volvió a darle un lugar primordial al grupo humano. Confirmó que San Martín tuvo mucho personal en varios aspectos, no solo en lo deportivo: "es muy bueno lo que armó la dirigencia, porque se basó en un plantel de buena gente, trabajadora y siempre predispuesta a trabajar, a bajar la cabeza y seguir para adelante. Además que aportó la experiencia eso te da mucha tranquilidad hasta en los malos momentos. Sabés que vas a salir porque adentro del vestuario uno va construyendo cosas, tenemos líderes positivos y sabemos que todo se puede revertir y eso te transmite la tranquilidad de seguir trabajando".

El reconocimiento por el trabajo realizado a lo largo de los diez meses no ahorró elogios: "Uno puede hacer cargo de estos logros, o a veces de los fracasos, pero siempre hay un grupo que lo respalda y es fundamental. Lo que recibí de Gastón (Castro -asistente-) y del profe Diego (Coronel -PF-) fue excepcional, porque hicieron su trabajo de la mejor manera y se involucraron con la causa.

Apoyaron al jugador en todo momento y también insistieron en eso de tener un grupo unido. No quiero olvidarme de Jorge Balbis que en su primera experiencia como Jefe de Equipo puso el pecho y tenía todo programado, o al kinesiólogo Rossetti que hacía lo imposible pero ponía en condiciones a todos es un gran profesional. Tampoco dejar de decir que unja piedra fundamental fue el utilero (Clemente Ramírez), que con su trabajo callado y correcto mantiene alegre a todos y sin él esto hubiera sido imposible. De ese grupo, del todo, se puede analizar el objetivo cumplido".

Ariel se dio cuenta que el equipo quería ascender cuando revivió en el cuarto juego en Charata: "Ese partido que le ganamos a Italiana en cuartos, como visitante me demostró que los jugadores iban a dejar todo para subir. Ese juego y el que le ganamos a Ciclista en Junín fueron para mi los dos mejores partidos del equipo en el año, porque supo revertir la situación límite y confirmó que estaba para dar lo máximo. Si las cosas no salían en el juego lo suplían con carácter y eso es fundamental para llegar a los últimas consecuencias".

Pero tampoco derrumbó ilusiones tras perder la final y el primer ascenso ante Quilmes (MdP): ‘sabíamos que ellos estaban por arriba de todos los equipos del TNA con los recambios del final y que teníamos otra chance. Tres días después ya estábamos viajando a Junín y allí demostramos que estábamos vivos, por eso vinimos a casa a hacer dos buenos partidos y quedarnos con la segunda plaza".

Los méritos lo ponen a horas de la confirmación para ser el primer entrenador de San Martín en la máxima categoría. "Ladrillo a ladrillo" dice nuevamente. Lo mejor está por venir.

Aunque nadie quiere confirmarlo, Ariel seguirá al frente del equipo profesional y ser el cabeza del ascenso le dio réditos para esta continuidad. Pero deja pistas concretas cuando se muestra en el horizonte del club: "Ahora se viene el mayor desafío. Sin dudas que el reconocimiento de muchos y de la dirigencia hacia los jugadores nos permiten sacar buenas conclusiones".
Y para cerrar volvió a marcar el camino: "Espero que sigamos con estas decisiones que nos llevaron a alcanzar el máximo objetivo y si sabemos aprovechar el deber cumplido, podemos seguir haciendo historia".

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