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lunes, 4 de octubre de 2010

Parker se prepara para crear una gran impresión en los Spurs

SAN ANTONIO -- Manu Ginóbili se dio vuelta para marcharse cuando Tony Parker se aprestaba a abordar las personas con los micrófonos y las libretas de apuntes que se juntan en el día de la prensa, pero ofreció una advertencia ante de irse.

 
"Sólo diles", dijo Ginóbili, "que tu nunca quieres alejarte de Manu y que eso es todo".

Solo eso.

Mientras los Spurs rebotaban en el piso las primeras bolas del campo de entrenamiento, Parker tomó sus primeros dribles hacia su potencial camino para convertirse en un agente libre y hacia el final del camino con la única franquicia de la NBA que ha conocido.

¿O será que él?

"Claro, claro, he dicho varias veces que me quiero quedar acá", destacó Parker. "Pero nadie me ha querido escuchar. No les importa. Solamente quieren crear historias. Eso vende más".

Claro, claro, los Spurs y Parker han vivido este escenario anteriormente. Justo hace un año por esta época, era Ginóbili quien estaba entrando al año final de su contrato y la ‘blogósfera’ mostraba el descontento que había entre Texas y Argentina.

¿Cómo el querido Manu se podía concentrar en su trabajo mientras que sabía al mismo tiempo que la organización por la cual escupió sangre y coleccionó golpes y trofeos de campeón le estaba abriendo la puerta para que saliera?

O solamente estaban siendo inteligentes.

"Al comienzo fue difícil -- octubre, noviembre, diciembre", recordó Ginóbili. "Cuando comencé a ponerme saludable, a sentirme mejor, allí fui capaz de olvidarme de todo lo demás y enfocarme en jugar. Pero en principio cuando estaba oxidado, duré seis meses sin jugar y estaba falto de confianza, algo que realmente me confundió".

Para el final de la temporada, cuando Ginóbili recuperó su estado físico tras la cirugía a la que fue sometido y su juego volvió a ser el de antes, promediando 22 puntos por partido tras el Partido de Estrellas y llevando a los Spurs a ganar 17 de sus últimos 24 encuentros, todo funcionó a la perfección.

Ginóbili firmó un contrato por tres años y 39 millones de dólares para seguir en San Antonio el mes de abril, antes de comenzar los playoffs y ambas partes quedaron felices. Manu sabía que los Spurs lo seguían considerando como parte de la familia, pero también sabía que no habían tomado esa decisión por una razón sentimental, sino porque aún puede ser un hombre bastante productivo.

Entonces ahora viene el segundo asalto, esta vez con Parker, algo que tiene todo el potencial para generar más intrigas e incidentes internacionales.

Mientras que Parker pasó la mayor parte del tiempo en el gimnasio trabajando en su juego y también en la cocina con un chef y un dietista para perder peso y tonificar su cuerpo, también hubo tiempo para comentarios espinosos que se hicieron notar en ambos lados del Atlántico.

En junio, él le dijo al diario francés L'Equipe: "Podría ser... quizás un buen reto para mí el hecho de irme a otro lado. Si me voy puedo hacer otra carrera – de ocho o nueve años en un club diferente".

Luego fue Amar'e Stoudemire el que le dijo a los medios de prensa en New York que Parker estaba listo para "unirse conmigo" en los Knicks, sin mencionar el artículo en el que Eva Longoria, su esposa, señaló que a Parker le gustaría jugar en New York.

"No puedo controlarte a ti o a la demás gente de la prensa", afirmó Parker. "No puedo controlar lo que digan y se vuelven locos inventando cosas que mi esposa supuestamente dijo y que no son así".

Lo que sí puede controlar es su regreso a la temporada más difícil de sus nueve años de carrera en la NBA, pues se perdió 56 partidos por dos lesiones en el tobillo, un dolor en el músculo de la cadera, una intoxicación estomacal y una mano rota. Eso le sucedió tras protagonizar la mejor campaña en la NBA — 22 puntos y 6,9 asistencias por partido y un porcentaje de acierto desde el campo del 50,8 de sus lanzamientos — algo que lo hizo más abrumador para los Spurs y que lo deja con ganas de probar muchas cosas ahora.

"Así es, al menos un poco", dijo Parker. "Es la vez que más partidos me he perdido...en la NBA. Es parte del negocio. Siempre es así. Te pierdes cinco juegos y ellos te olvidan. Piensas que estás retirado. Lo mismo que sucedió con Manu".

Es que fue el mismo episodio que vivió Ginóbili, pues los Spurs querían estar seguros de que aún podían obtener lo que deseaban por el dinero que le iban a pagar, es decir, que el argentino volviera ser el hombre que cambiaba el rumbo de un partido y que se crece en los momentos definitivos. Es lo que los directivos inteligentes – y Gregg Popovich y R.C. Buford lo son – hace en estos casos. No hay manera de evitar cometer un error, pero se hacen todo lo posible para minimizarlos.

Entonces si Parker vuelve a tener inconvenientes o el equipo sufre problemas en la primera mitad de la temporada, las opciones estarán en la mesa. Con George Hill listo para entrar a su tercera temporada, estando más fuerte físicamente y más cómodo jugando en el puesto de guardia armador, los Spurs pueden intercambiar al veterano que ha sido parte de los tres campeonatos del club y obtener otra pieza valiosa que encaje en su rompecabezas.

Parker y Popovich tuvieron una conversación privada que los dejó satisfechos antes de iniciar los campos de entrenamiento.

"Yo entiendo el negocio", dijo Parker. "Yo soy dueño de un equipo en Francia. Entonces sé como funciona todo. Por eso digo que la conversación con ‘Pop’ fue muy buena. Pude ver lo que hicieron con Manu. No tengo problemas con eso y estaré listo para esta temporada. Al final del día lo que yo más quiero es ganar. Hace un buen rato que no ganamos -- 2007. Los contratos, el dinero, lo que sea que llegue. Para mí, lo único que importa es que podamos tener una gran campaña este año".

Parker dijo recientemente que pensaba que esta sería su última oportunidad de ganar un título con el Gran Trío (junto a Tim Duncan y Ginóbilli) de los Spurs y eso fue interpretado como otra señal de que él quería irse del club.

"Yo sé que la gente piensa que dije eso por lo de mi contrato", señaló. "Pero lo pienso así debido a Timmy. Es muy duro. La NBA tiene una temporada muy larga y Timmy tiene 34 años y está cerca de cumplir 35. Por eso pienso que esta será nuestra última opción real de ganar un campeonato, porque cuando Timmy se vaya todo será más difícil. Timmy se ve muy bien y mucho más fresco".

Tony se ve más delgado, se ve más dispuesto a asumir el reto y a demostrar que tiene que ser un futuro empleado en San Antonio o donde quiera que sea.

Y eso significa que los Spurs saben justamente lo que están haciendo nuevamente.

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