El escolta se lesionó durante el tercer cuarto, y cuando
todo indicaba que no regresaría, volvió al juego para dejar todo en la cancha
en su intento por contribuir a la victoria de Regatas.
Por Roberto Martín (De basquetplus.com)
Al tremendo partido que jugaron Regatas y Obras Sanitarias
lo rodeó el dramatismo que se vivió tanto adentro como afuera de la cancha.
Con un estadio repleto que jamás dejó de alentar, el local
buscó hasta el final forzar un cuarto juego que no fue. Sin embargo, nadie
puede llegar a cuestionar el enorme esfuerzo que hizo un equipo que luchó con
dignidad, que tuvo el triunfo en sus manos, pero que terminó siendo doblegado por
un rival que es hasta aquí es el mejor equipo de la temporada.
Y dentro de ese panorama, cobra enorme reconocimiento la
figura de Paolo Quinteros, quien jugó con el corazón y aún con el riesgo de
sufrir una lesión mayor.
Corrían casi cuatro minutos del tercer cuarto, cuando
Regatas inició un contraataque con un pase de costa a costa de Martínez para la
definición de Quinteros. El escolta anotó el doble, pero tuvo la mala fortuna
de chocar contra Julio Mázzaro en una jugada casual, y como resultado quedó
tendido en el piso con evidentes gestos de dolor.
En el mejor momento de Regatas, el cambio fue necesario e
inmediato, mientras algunos temían una lesión en el tobillo, después se
confirmó que fue una contractura en el gemelo izquierdo. Quinteros fue atendido
en el banco, y cuando Obras emparejó las acciones no pudo más, le pidió a
Casalánguida regresar al campo de juego, aún cuando le costaba demasiado apoyar
la pierna.
El ingreso de Paolo fue un aliciente para sus compañeros, y
su aporte ofensivo fue determinante para que los correntinos pelearan en
igualdad de condiciones hasta el final. Emocionó y preocupó al mismo tiempo,
porque los hinchas del básquetbol disfrutaron de su formidable actuación, pero
con el miedo a que se agravara la lesión.
Sus números finales asombran, fue el goleador del partido
con 35 puntos (12/15 dobles, 3/8 triples y 2/2 libres), capturó 1 rebote,
entregó 1 asistencia y recuperó 4 balones, algo que implica que no solo vio el
aro de enfrente, también fue importante en el aspecto defensivo de Regatas.
Todo ello en 36m42s jugados, es decir que estuvo fuera del campo "solo 8
minutos".
Quinteros se la jugó y dejó todo en la cancha, aún dolorido
su actitud fue digna de un jugador franquicia, y demostró una valentía que se
ve muy pocas veces en el deporte profesional. Por eso es necesario un
reconocimiento así, porque a pesar de la derrota, terminó escribiendo una de
las mejores páginas en su rica historia.
Regatas Corrientes
Que Jugadorr... increíble lo que juega este vago..
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