En un equipo que vivió diferentes estados de
ánimo en la temporada, Rubén Wolkowyski busca que este fin de semana, él y sus
compañeros, puedan dar la mejor versión. Admite que han pagado el no entender
lo que es jugar en equipo y pone el mejor espejo de todos para entender cual es
el camino: su experiencia con la selección argentina.
Muchas veces, en esta temporada con la camiseta
de La Unión de
Formosa, a Rubén Wolkowyski se lo escuchó decir que había que entender que la
única forma de ganar era jugando en equipo. Pueda que sea una frase muy usada y
hasta que suena simple de poder llevar a la práctica. Pero evidentemente La Unión no pudo cumplir a la
perfección esto, de acuerdo a lo que analiza el pivote: “El día que llegué acá
dije que teníamos que entrenar para ser un equipo.
Durante la Liga ir mejorando día a día para llegar a los
playoffs y jugar como equipo. No se logró porque son doce egos diferentes,
somos doce jugadores diferentes y por ahí no todos pensamos igual y no todos
estamos acostumbrados a jugar así. El conjunto que juega como equipo, que se
pasa la pelota, que defiendan todos juntos, es el que siempre va ganar. Cuando
jugás en equipo todo el mundo está con confianza, están enchufados y cualquiera
anota, entonces es más difícil defender. Cuando un jugador viene y tira y
empieza a jugar solo y a jugar solo, entra el mal humor en el equipo.
Si la mete, es una cosa, pero si empieza a
errar, el equipo va para atrás y no defiende, comienzan los roces y uno siempre
quiere ganar y entonces piensa que si uno no le pasa la pelota no van a ganar y
no es así. Hay que pasarla entre todos. Siempre voy a resaltar lo que viví en
la selección argentina cuando jugué. Teníamos los doce mejores jugadores del
país y tres o cuatro mejores del mundo, eran egos diferentes pero todos
tirábamos para un solo lado, jugábamos en equipo, defendíamos duro y eso se
notó en la cancha. Ese es el camino”.
Se muestra muy gratificado con este Final Four
en Formosa: “Para cómo veníamos y como terminamos la Liga, estar entre los
cuatro de América, es algo muy lindo y un regalo que nos hicimos nosotros como
equipo, sabíamos la diferencia que había con otros equipos por la calidad de
jugadores y sobre todo por cómo estaban jugando, pero cambiamos la cabeza
después de Comodoro, entrenamos muy duro, fuimos a Venezuela a realmente a
jugar como equipo, fue de las pocas veces que vi que jugamos como equipo, no
individualmente, y eso hizo que le ganáramos a Uniceb, al equipo local, y fue
merecido por lo que yo siempre rescato, el trabajo de equipo porque es lo que
te va a hacer ganar no solo partidos, sino torneos”.
Tiene ganas de disfrutar el momento el “Colo”,
algo que antes no podía hacer por la vorágine de su carrera: “Disfrutar de este
tipo de torneo es algo que lo logré con el tiempo. Me pasaron tantas cosas
seguidas. Cuando salí campeón en la Liga Nacional en el 2000, menos de un mes
estaba viajando a Estados Unidos para jugar en la NBA, después vino lo de la
selección y van pasando tantas cosas que no hay tiempo de disfrutarlas. Hoy
trato que esta pequeña cosa, que es grande, de estar entre los cuatro mejores
de América, de disfrutarla como si fuera un Juego Olímpico, antes no lo hice y
ahora lo puede hacer porque lo veo desde otro lado”.
También se mezclan otros condimentos para este
Final Four, como su relación de años con Mario Romay, el Director Deportivo y
para Wolkowyski es la oportunidad de hacer una suerte de devolución: “A mí me
puso muy contento que se juegue acá porque sé el esfuerzo que hace Mario Romay
por las cosas que hace por el club, lo hace porque lo siente y esto es también
un premio por todo lo que está haciendo él. Cuando terminó el último partido en
Caracas y nos abrazamos, sentí que él lo había disfrutado, que lo sentía que
habíamos ganado. Entonces eso es devolver algo a lo que él está haciendo por el
básquet y por nosotros para que estemos acá”.
Un
objetivo para cumplir
Hay mucho en juego para muchos en La Unión de
Formosa en este Final Four. El no haber cerrado el año de Liga Nacional marcó
un estado de ánimo y esta chance del Final Four abrió una puerta. Incluso para
el propio Gabriel Piccato que bien firme lo dice: “está en juego la gloria
deportiva, el objetivo es ser campeón”.
Se da un tiempo para saborear por última vez,
antes del Final Four, el estar entre los cuatro mejores Gabriel Piccato. Así
dice que “es un gran desafío. Me parece
que hay doble mérito porque el equipo lo ganó deportivamente y segundo porque
pudo ganar también la organización al hacerlo en calidad de local”. Y ahí
cambia y piensa en lo que se está por jugar: “Entonces me parece que es un gran
desafío y que en esta instancia, el hecho de estar entre los cuatro mejores, ya
es un éxito, pero está en juego la gloria deportiva, el hecho de poder ser campeón
de la Liga de Las Américas, ese es el objetivo. Dar lo mejor por ese sueño que
es la gloria deportiva que cualquier deportista, que cualquier entrenador,
piensa y desea. Nos hemos preparado para eso”.
Tiene muy claro lo que fue el equipo a lo largo del
año donde pasó de blanco a negro sin escalas: “Siempre fuimos muy particulares.
O todo o nada. Es todo muy dispar, terminar en el décimo primer lugar en la
Liga Nacional y estar entre los cuatro mejores de la Liga de Las Américas. Y
nuestro rendimiento durante el año también, hacíamos racha de victorias y
después de derrotas. El análisis siempre ha sido difícil porque son realidades
muy opuestas, de todas maneras la Liga ya empieza a ser pasado y ahora nos toca
esta competencia y después que terminamos la Liga Nacional, con el paso del
tiempo, nos dimos cuenta que el deporte te da eso, la posibilidad de seguir
compitiendo y de ir por otro desafío. Quisimos darlo todo para no dejar pasar
esa oportunidad y reaccionamos a tiempo después del primer partido en Caracas,
saber que teníamos que ganar un partido y abrir la puerta para una hipotética
final, dimos ese primer paso con Uniceb y después definimos con el local con
todo lo que significa y tener un lugar en la final me parece muy importante,
pero vuelvo a decir, acá el objetivo es ir por el campeonato. ¿Por qué no? ¿Por
qué no ilusionarse, por qué no soñar con eso, por qué no poner todo el
optimismo en este cuadrangular?”
No tiene ganas de hablar de candidatos en este
Final Four, no es su estilo en realidad: “Esto es muy parecido a lo que sucede
en la Liga. Los pronósticos y las tendencias las tiene que manejar el
periodismo y nosotros saber que hasta que la realidad no nos demuestre lo
contrario, tenemos todas las armas y todos los recursos como para afrontar este
torneo y esperemos estar a la altura de las circunstancias, fundamentalmente
desde el compromiso, desde la actitud, desde el batallar y entregar hasta lo
último por este objetivo que es ser primeros. Yo me alejo de los pronósticos,
solo pienso en el partido tras partido y que el resultado se de dentro del
campo. Los cuatro equipos que están son los mejores, son equipos muy buenos,
pero nosotros queremos nuestro lugar y tenemos que batallar por eso”.
Prensa La Unión
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