El estratega de Regatas Corrientes, Javier Martínez, fue la gran figura del triunfo “Fantasma” ante Quilmes de Mar del Plata por 85 a 69. A pesar de la vuelta al triunfo, el paraguayo, fiel a su costumbre, no se guardó nada y comentó que “casi nunca me voy conforme”.
El base internacional del Club de Regatas Corrientes, Javier Martínez, fue el gran artífice del triunfo del “Fantasma” sobre Quilmes por 85 a 69. Quedó a un paso de la doble figura con 20 puntos (2-2 en triples, 6-8 en dobles y 2-2 en simples) y 9 asistencias. Pero fundamentalmente apareció en los momentos más difíciles del encuentro y con su enorme categoría le dio tranquilidad y encamino al triunfo al equipo de Nicolás Casalánguida.
¿Se va conforme con la producción de Regatas?.
- Por mi forma de ser, casi nunca me voy conforme. En lo personal, más allá de jugar bien o mal, de que las cosas salgan o no, siempre siento que doy todo, al igual que mis compañeros, y eso me da tranquilidad. Pero nos siguen faltando cosas.
Si hoy tendría que ponerle números a la actuación de Regatas, ¿cuáles serían?.
- Cinco puntos el primer tiempo, y siete y medio el segundo tiempo.
Entonces hoy podemos decir que lo más importante fue el triunfo, más allá de los caminos, de la forma.
- Teníamos que ganar como sea, pero también jugar bien. Tenemos que seguir jugando cada vez mejor, que es la única chance que tenemos de salir adelante y de seguir ganando.
¿Contra San Martín se fue tranquilo?
- Me fui muy tranquilo con lo que hizo el equipo, aun perdiendo, con todo lo que significa perder un clásico.
¿El partido con Sionista, quizás, fue un punto de inflexión?
- Con Sionista me fui con mucha vergüenza, con la cabeza muy baja, porque no había respuestas a la mala actitud que tuvimos en ese partido. Hoy pudimos cambiar en el segundo tiempo, en donde en el tercer cuarto Quilmes no pudo anotar porque nosotros hicimos una buena defensa.
¿Cómo está de las lesiones, ahora con molestias en el hombro?.
- Entre la rodilla, la cadera y ahora el hombro, la verdad que vivo en kinesiología, pero no quiero poner excusas, lo dejo en lo anecdótico, ya que estoy acostumbrado a convivir con lesiones.
¿Pero se lo vio molesto en el juego?.
- Si. Tengo una subluxación en el hombro, una distinción en los ligamentos, con inflamación, que me molesta bastante, no en si en el movimiento, pero si cuando choco. Así que esperando el partido con Lanús para tener esos cinco días de descanso.
Ahora se viene un partido durísimo contra Lanús, un equipo de Silvio Santander al que Regatas todavía no pudo ganar.
- No sabía de esa estadística. Pero bueno, esperemos romper el maleficio y poder ganar en casa. Silvio es un gran entrenador, un gran estratega, y seguramente el partido con Regatas va a ser especial para él por lo que logró acá. Pero él va a salir a la cancha a ganar, y nosotros también.
Prensa Regatas
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