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miércoles, 8 de mayo de 2013

LNB : Sergio Hernández cerró un exitosísimo ciclo con Peñarol


Este martes 8 de mayo marcará un antes y un después en la historia de Peñarol. “Oveja” cerró una puerta y dejó atrás los 6 mejores años en la historia del “Milrayitas”, con 10 títulos en su haber, pasó por Mar del Plata el más grande entrenador que vio la Liga Nacional de Básquetbol al momento.

Su necesidad ya conocida de culminar un ciclo, renovarse, emprender nuevos desafíos, descansar y disfrutar otros valores de la vida, finalmente pudo más y Sergio Hernández, con dolor y emoción, le dijo basta a un Peñarol siempre exigente.
Agradezco a Domingo Robles y a todos los que conforman esta loca familia de Peñarol. Cuando llegué pensé que era una persona optimista, pero cuando lo conocí a él me di cuenta que era el 10%. Es el mejor presidente de un club que conocí en mi vida. Le agradezco como me trató a mí y a mi familia”, soltó de movida el ex técnico de la Selección Argentina.
Luego, mencionó, a modo de disculpas: “Peñarol ha tenido unos jugadores increíbles. No hablo de personas, porque son todos cracks. Jugadores que se comprometieron de una manera que me hace sentir un orgullo impresionante. En esta temporada, nos quedamos sin nafta, pero llegamos a un quinto juego ante Lanús con chances de pasar. Buscábamos una gota de sangre en cualquier lado para poder seguir y no nos alcanzó”, reconoció Oveja.
Sé que hay trabajos menos pagos y gratificantes que el básquet, y que nosotros somos privilegiados, pero la competencia deportiva profesional, donde hay miles de personas expectantes, es desgastante, muy difícil. En algún punto, sabés que un triple puede hacer feliz a la mitad más uno de Mar del Plata. Y si no entra, esos mismos pueden llorar” reflejó el DT, con una mueca de guiño a la hinchada Milrayitas.
La esperanza de volver a tenerlo en el banco de suplentes es algo que los seguidores de Peñarol se comenzaron a preguntar desde este mismo 8 de mayo. Nadie sabe bien cómo seguirá Peñarol sin él y todos desean que llegue el momento futuro de su vuelta: “Nunca había tomado una decisión así, de una pausa. Empecé a entrenar en el año 79 y no recuerdo haber estado fuera de mi profesión de técnico. No sé lo que es parar. Pero ahora sé que es un buen momento para hacerlo y llevar adelante algunos proyectos que tengo postergados”, contó.
Para cerrar su discurso, emocionante y natural, Sergio Hernández no hizo más que llenar sus propios ojos de lágrimas y ubicarse en un pedestal del que nadie en la sede de Garay y Santiago del Estero podrá bajarlo jamás: “Un club es su gente, no su estadio. Peñarol tiene un potencial de público como pocas veces vi en básquet. Yo no era hincha de Peñarol, pero me llevaron a esto”.

Informe Diario El Atlántico de Mar del Plata
Foto Infoliga

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