Las 20340 butacas del estadio, varias horas antes del inicio, ya tenían la remera azul de regalo con la consigna que toda una ciudad repetía: "The Time is now" (El tiempo es ahora). Con Barea (el segundo jugador más popular entre la gente detrás de Nowitzk) por Stevenson en la formación inicial, Dallas fue por el triunfo.
Y el arranque no pudo ser mejor: 6-0 con 6 de Nowitzki. Pero, dentro de un ambiente sinceramente bastante frío para ser una final y para estar 2-1 abajo, el entusiasmo se esfumó pronto, porque con 6 de Bosh, las cosas quedaron igualadas muy pronto.
De todos modos, el juego no era bueno. Muchas pérdidas, pases malos y tiros fáciles errados (Anthony, Chandler, Marion). Miami, con James desinteresado de sus puntos pero con Bosh y Wade a pleno, manejó el ritmo, aunque no pudo sacar una ventaja: 21-21 al final del primero.
Fue tremendo el arranque de Miami en el segundo: 28-21 (7-0), con Bosh manteniendo su supremacía. Fue necesario en el local que apareciera un actor de reparto como Stevenson para recuperar terreno: dos triples del alero y la diferencia se achicó a 1 (29-30).
Pero Miami entró en sequía, quizá por no atacar con decisión, y Dallas, con Stevenson y Terry, los mejores, pasó al frente 38-34. No lo hizo con contundencia, y por eso Miami volvió a lastimar cerca del cesto con Bosh o penetrando con Wade. Así se fue al descanso largo dos arriba: 45-47
En el arranque del tercero, LeBron se metió en 3 faltas y condicionó su estadía, pobre hasta allí en ataque (4 puntos), pero completa en otros rubros, como rebotes, robos, defensa y, sobre todo, intimidación física.
Dallas no terminaba de parecer conciente de que era un partido clave, y su defensa no fue la más apropiada para un partido tan cerrado. Wade penetró varias veces por el medio de la zona y definió sin problemas y así Miami sacó 5 (69-64), diferencia que Dallas apenas achicó un punto antes del final del período (65-69).
Nowitzki, semi desaparecido hasta aquí (jugó con fiebre, aseguraron): 11 puntos, 6 de los cuales fueron en el primer minuto y medio de partido. Dallas empezó a apostar demasiado al tiro exterior y nadie sacó la cara. Miami, con un triple de Miller, un doble de Haslem y una defensa extraordinaria, le sacó 9 (74-65).
Pero los partidos tienen estas cosas. Miami se enredó en ofensiva, James siguió sin tomar rol protagónico, Nowitzki se despertó y, contagiando a algunos de sus compañeros (básicamente Terry, pero también Chandler), metió un parcial de 15-4 y pasó al frente 80-78.
En los siguientes dos minutos y medio se perdonaron la vida mutuamente, porque fallaron ocho tiros consecutivos, hasta que Nowitzki fue fouleado por Wade y, desde la línea, el alemán amplió la diferencia a 4: 82-78, con 2m16s por jugarse.
Siguieron con errores importantes y Dallas podría haberlo liquidado, porque tuvo varias opciones, pero fracasó una y otra vez y Wade terminó teniendo la chance de igualar con 2 libres a 30s del cierre, pero falló 1: 82-81 y minuto de los Mavs.
La bola fue al alemán que, afiebrado o no, hizo lo que tenía que hacer: ir para adentro para anotar en bandeja o recibir falta. Lo defendieron bastante bien, pero encontró el hueco para tirar con tablero y puso las cosas 84-81 a 14s4 de la bocina final.
¿Triple o doble y corte con falta? Miami fue por el doble y lo logró con volcada de Wade (84-83, 9s). Terry a la línea tras ganar casi 3 segundos en el reloj (6s7): 86-83. Misma situación, pero con casi 8 segundos menos. Una mala salida de lateral le quitó chances a Miami, que terminó buscando el empate con un zapatazo de Miller que no tocó el aro: 86-83 y serie 2-2. Nowitzki terminó como héroe con 17 puntos, pero fue muy bueno lo de Terry (17), Marion (16) y Chandler (13 y 16 rebotes).
Dallas no terminaba de parecer conciente de que era un partido clave, y su defensa no fue la más apropiada para un partido tan cerrado. Wade penetró varias veces por el medio de la zona y definió sin problemas y así Miami sacó 5 (69-64), diferencia que Dallas apenas achicó un punto antes del final del período (65-69).
Nowitzki, semi desaparecido hasta aquí (jugó con fiebre, aseguraron): 11 puntos, 6 de los cuales fueron en el primer minuto y medio de partido. Dallas empezó a apostar demasiado al tiro exterior y nadie sacó la cara. Miami, con un triple de Miller, un doble de Haslem y una defensa extraordinaria, le sacó 9 (74-65).
Pero los partidos tienen estas cosas. Miami se enredó en ofensiva, James siguió sin tomar rol protagónico, Nowitzki se despertó y, contagiando a algunos de sus compañeros (básicamente Terry, pero también Chandler), metió un parcial de 15-4 y pasó al frente 80-78.
En los siguientes dos minutos y medio se perdonaron la vida mutuamente, porque fallaron ocho tiros consecutivos, hasta que Nowitzki fue fouleado por Wade y, desde la línea, el alemán amplió la diferencia a 4: 82-78, con 2m16s por jugarse.
Siguieron con errores importantes y Dallas podría haberlo liquidado, porque tuvo varias opciones, pero fracasó una y otra vez y Wade terminó teniendo la chance de igualar con 2 libres a 30s del cierre, pero falló 1: 82-81 y minuto de los Mavs.
La bola fue al alemán que, afiebrado o no, hizo lo que tenía que hacer: ir para adentro para anotar en bandeja o recibir falta. Lo defendieron bastante bien, pero encontró el hueco para tirar con tablero y puso las cosas 84-81 a 14s4 de la bocina final.
¿Triple o doble y corte con falta? Miami fue por el doble y lo logró con volcada de Wade (84-83, 9s). Terry a la línea tras ganar casi 3 segundos en el reloj (6s7): 86-83. Misma situación, pero con casi 8 segundos menos. Una mala salida de lateral le quitó chances a Miami, que terminó buscando el empate con un zapatazo de Miller que no tocó el aro: 86-83 y serie 2-2. Nowitzki terminó como héroe con 17 puntos, pero fue muy bueno lo de Terry (17), Marion (16) y Chandler (13 y 16 rebotes).
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