simple

miércoles, 12 de octubre de 2011

LNB : Peñarol hizo llover triples en Mar del Plata

Peñarol jugó un partido a todo gol para tomarse desquite de Gimnasia-Indalo y superarlo por un categórico 103-74. Recuperó la diferencia en la caída del sur (-26) y la amplió. Fue una lluvia de triples (20/36) para bombardear la defensa visitante. La diferencia inicial que se abrió a 31-4 en los primeros 8 minutos sentenció el juego.

Peñarol tiene su sello. Es un equipo distinto por dos motivos esenciales: impone respeto con su presencia y se anima ofensivamente a tomar riesgos que otros equipos no.

Tendrá que ver que todo eso se gana con el tiempo. No solo se trata de aprender sistemas de memoria, rotaciones defensivas y conocer a los compañeros. Hay más… hay muchos más. Peñarol logra el respeto del rival que si sale como Comodoro lo termina aprovechando para liquidarlo de movida. Son varios los partidos que Peñarol resuelve entre el primer cuarto y el principio del segundo.

Gimnasia salió dudando de todo, tibio, recordando que jugaba en casa del bicampeón y Peñarol fue una trituradora que no tuvo piedad sobre las dudas del rival.

El segundo punto que hace la diferencia en Peñarol tiene que ver con su ofensiva. Es el equipo que más triples tira en la liga. Hasta ayer con 27.5. Desde hoy el promedio sube a 28.7 y lo hace con un 45.2% de eficacia mientras lanza 32.7 dobles. Son guarismos sorprendentes. Acaso el tiro que más depende de la confianza del jugador sea el triple: es decir, si algo le sobra a Peñarol es confianza.

Este punto se lee claramente con lo ocurrido apenas 4 minutos antes del juego. De repente Kyle Lamonte se metió en el vestuario en el minuto previo a la presentación de los equipos “¿Y Kyle?” Se preguntaba la gente. El único extranjero de Peñarol acusó el dolor de un golpe en su rodilla derecha que viene del partido con 9 de Julio el pasado domingo. Lamonte probó y su entrenador ya sabía que no jugaría.

A la cancha salto Selem Safar, el zurdo marplatense que cada día rinde un poco mejor. La fe en sí mismo, la confianza que el grupo le da, hacen de Safar un jugador tan necesario como Leo Gutiérrez. Peñarol es un equipo Comunista, juega sin estrellas.

La tibieza inicial de Gimnasia depositó sus cinco primeros ataques en las manos de la defensa local. Y el equipo de Sergio Hernández, balón en mano, a cancha abierta y en su estadio es indetenible. Además no tiene ningún empacho (a esto vamos con ser un equipo diferente) en terminar un contraataque 3 x 1 con un tiro de tres puntos. Y la pelota entra.

Marcelo Richotti frenó el partido rápido (12-0) luego mando cambios, y nada pasó. Peñarol tenía gol en todas las posiciones ante una defensa inexistente. Dos triples de Campazzo, tres de Leo Gutiérrez, dos de Safar y uno de Lauría (si, leyó bien 8 triples convertidos en un cuarto) hacían que el ataque local se divirtiera contra la defensa visitante.

Gimnasia no tenía respuestas ni como equipo ni individual. Feeley tuvo tres pérdidas seguidas abdicando por completo ante Leiva. Ofoegbu ni la tocaba. Funes errático, Franco contenido y el resto lucía desorientado. Con 1/7 en triples, 2/5 en dobles y 6 pérdidas en un cuarto el primer cuarto fue un durísimo 35-8 en contra para los patagónicos.

El vendaval siguió en el inicio del segundo cuarto. La distancia se amplió a 31 (41-10) en los primeros dos minutos, momento para preguntarse ¿Donde iría a terminar todo esto?. Allí vino la segunda situación extraña.

El primer impacto fue Peñarol como aplanadora, el segundo fue la reacción visitante. Por lo general antes de un parcial favorable primero se empareja el partido. En esta oportunidad Gimnasia pasó de estar muerto a dar vuelta el juego. Metió un parcial 16-2 de un plumazo. Y créanme no le busquen vueltas tácticas, fue así nomás a puro empuje.

La situación diferente acaso haya sido el ingreso de Scala que tuvo gol (8 pts) pero no explicaba el vuelco. Lo cierto que Peñarol acusó el cachetazo, entendió que el papel picado se había terminado y la fiesta era otra y de 31 pasó a ganar por 17 (43-26). Allí prefirió jugar cinco pelotas seguidas en el juego interior. Safar fue para dentro (2 pts) Reinick se hizo presente (5) y Barrios también (2) entonces el marcador se acomodó (52-35) al cierre del primer tiempo habiendo perdido el segundo cuarto 17-27.

El partido se puso emocionante, picante, al inicio del tercer cuarto. En este juego raro la distancia inicial enorme se redujo a solo 9 (58-49) en los primeros 5 minutos del parcial. Funes y McGowan herían de cerca el aro “milrayitas”. Pero un minuto del Oveja Hernández enderezó el rumbo. La dupla Barrios – Leiva se adueñó de los tableros. Martín Leiva volvió a marcar presencia ofensiva y Peñarol hizo una selección de tiro más criteriosa y siempre perimetral para fulminar con 5 triples en 8 intentos cualquier esperanza patagónica.

La idea que tenía la visita de poder cerrar a diez puntos abajo el tercer cuarto se esfumó. Peñarol jugó cinco minutos de altísima calidad para cerrar el cuarto con un parcial 22-7 en cinco minutos. Fulminante.

El segmento final abrió con una distancia sideral (80-56) y la confianza sustentada en la presencia de Barrios por Leo Gutiérrez y Giorgetti por Lauría. Campazzo lideraba, Selem Safar seguía goleando y Peñarol viajó tranquilo hasta el final.

Hubo tiempo para ver una andanada de triples de Pablo Barrios (3/4) para que Peñarol metiera 20 en total (sobre 36 intentos) quedando a uno del récord de liga (21 de Gimnasia de Comodoro sobre Boca en la 07/08), dato corroborado por el amigo Javier Domínguez (@XDominguez).

Y lo que parecía muy lejano al comienzo del juego se hizo realidad. Peñarol vengó la dura derrota del sur con diferencia de 26 puntos (108-82) con una paliza histórica (103-74) ampliando la distancia a 29 puntos. Sin Kyle Lamonte, con Leo Gutiérrez sentado casi todo el segundo tiempo en el banco, a pura fiesta en el parquet. Gimnasia que había recuperado la sonrisa el domingo se fue pensando en sus nuevos problemas. Analizando y pensando en los errores que marca el tango “Amores de estudiante”: Hoy un juramento, mañana una traición.

Síntesis:


Peñarol (103):
Facundo Campazzo 18, Selem Safar 21, Nicolás Lauría 8, Leonardo Gutiérrez 18 y Martín Leiva 11 (FI) Alejandro Reinick 5, Franco Giorgetti 2, Mariano Castest 0, Pablo Barrios 18 y Salvador Giletto 2. DT: Sergio Hernández.

Gimnasia (74): Pedro Franco 4, Fernando Funes 14, Cedric Mc Gowan 19, Ike Ofoegbu 17 y Andrew Feeley 6 (FI) Santiago Scala 9, Roberto Gabini 5, Mariano Franco 0 y Diego Romero 0. DT: Marcelo Richotti.

Parciales: 31-8, 52-35 y 80-56
Árbitros: Alejandro Chitti y Rodrigo Castillo
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.

Pickandroll

No hay comentarios:

Publicar un comentario