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lunes, 6 de junio de 2011

Peñarol se quedó con el bicampeonato de la Liga Nacional

Peñarol se consagró Bicampeón de la Liga Nacional luego de derrotar a Atenas por 89 a 83 en el quinto juego de la final y cerrar la serie 4 a 1 a su favor. Leo Gutiérrez fue el mejor de las finales y llegó al octavo título de su carrera. 

Peñarol arrancó el juego de una manera contundente. Con un parcial de 17-7 en menos de cuatro minutos de juego, el equipo del Oveja Hernández mostró su mejor cara (la misma de toda la serie) en el inicio del primer cuarto. Atenas se repuso rápidamente tras un tiempo muerto pedido por Sebastián González y a partir de ahí comenzó otro partido. Con un goleo alto y con defensas tibias, el juego se convirtió en un ida y vuelta constante. Peñarol, de la mano de Leo Gutiérrez (12 puntos, con 2/3 en triples) fue un vendaval en ofensiva, pero dejó muchas dudas atrás, ante un Atenas que salió a ver qué pasaba y que encontró respuestas corriendo la cancha y tomando tiros fáciles. El final del primer chico marcó un 33 a 26 para el local. Para destacar: Entre Gutiérrez, Lamonte y Rodríguez marcaron 30 de los 33 puntos del Milrayitas.

Atenas comenzó mejor el segundo período. De alguna manera, el equipo cordobés pudo ver la luz que lo pusiera en juego en estas finales. Con una defensa áspera y raspando en todos los sectores de la cancha, Atenas consiguió lo que tanto buscó en partidos anteriores. Un gran pasaje de Miguel Gerlero (10 puntos hasta ahí, 8 en el cuarto) le dieron frescura al griego y el partido tomó otro color. 43-42 arriba Peñarol a falta de 4 minutos para el cierre. El ingreso de Gutiérrez, que estuvo en el banco durante la levantada de Atenas, fue letal nuevamente, debido a con un triple suyo llevó el marcador 46 a 42 arriba para el equipo marplatense, a falta de 3’09’’ para el cierre del chico.

Tras un tiempo muerto perdido por Sergio Hernández, el partido volvió a equilibrarse. Otro triple de Leo Gutiérrez (4/6 y 18 puntos hasta ahí) puso las cosas 49 a 46 para Peñarol. Pero Atenas se repuso rápidamente y con un doble de Lewis cerró el parcial 49 a 48, en lo que fue un intenso primer tiempo, seguramente de lo mejor que hayamos visto hasta aquí de la serie final.

El inicio del tercer cuarto siguió marcando la paridad entre ambos equipos. Peñarol pudo sacar una luz de ventaja tras dos triples consecutivos, uno de Tato Rodríguez y otro del inmenso Leo Gutiérrez (5/8 y 21 puntos hasta ahí). Atenas, igualmente, demostró que tenía resto. De la mano de su pareja de extranjeros, Atenas se puso nuevamente a tiro y logró igualar las acciones en 58.

Peñarol se encontró en un momento crítico por primera vez en el partido, debido a la dura defensa de su rival que en ningún momento se entregó, muy por el contrario. Finalmente, y por primera vez en el juego, Atenas se puso al frente en el marcador tras un triple de su capitán Bruno Lábaque (61-59). Peñarol volvió rápido al ruedo con un doble y falta a Safar que puso las cosas 62 a 61 para el Milrayitas. Empezó otro partido. Ahora sí, el Polideportivo Islas Malvinas se calentó, al igual que el juego y los protagonistas. Atenas no bajó la intensidad (más allá de que Bruno Lábaque tuvo que salir unos minutos por un problema en su tobillo derecho), porque sus internos –Lewis y Williams- empezaron a demostrar por primera vez en la serie que están a la altura de la final. El cordobés, entonces, se puso 65 a 64 abajo a falta de 1’31’’ para el cierre del cuarto. Un libre de Orlietti igualó nuevamente las acciones, esta vez en 66. Con 4 segundos por jugar, Selem Safar recibió una falta que lo llevó a la línea, para cerrar definitivamente el parcial 67 a 66 a Peñarol arriba y con las expectativas de ver un último período para el infarto.

Un parcial de 5-2 para Peñarol alejó al local en el marcador por 72 a 68, pero a pesar de esta situación Atenas siguió haciendo su trabajo duro, sobretodo en la parte defensiva. Un doble y falta a Lewis –a esta altura una de las figuras de la cancha con 31 puntos- igualó nuevamente el juego en 72. Palmo a palmo, gol a gol, así comenzó a ser el partido. El juego se tornó intenso y con un nivel de adrenalina superlativo, más que óptimo pensando en todo lo que se estaba jugando. Una terrible volcada de Williams puso las cosas 76 iguales a 4’09’’ del final.

Pero la peor noticia de esos minutos se la llevó Atenas, que sufrió la pérdida de Lewis por cometer su quinta falta y dejar al equipo a 3’09’’ del final, con el marcador 78 a 76 a favor del local y dos tiros libres para Marcos Mata, que encestó uno de los dos y mandó a tres la diferencia (79-76). Como sin quererlo apareció Mata nuevamente, y con dos dobles seguidos puso las cosas 83 a 78 para el delirio de la gente, a falta de 42 segundos.

Pero el final estaba lejos, porque Gerlero puso una bomba inmediata y el Polideportivo se congeló con el marcador 83 a 81 para Peñarol, con 27 segundos por jugar. Campazzo tomó la reposición tras un minuto pedido por Sergio Hernández, ya que fue el receptor de la salida que terminó en falta a su favor para ir a línea de las sentencias y poner las cosas 85 a 81, a 25’’ del cierre. Otra falta, ahora en perjuicio de Lescano, llevó a la línea al alero de Atenas que convirtió ambos tiros y una vez más la diferencia era tan sólo de dos puntos en el tanteador, 85 a 83.

Campazzo otra vez recibió falta y convirtió ambos tiros, con 17.4’’ por jugar. Pero esa no iba a ser la jugada del partido. Porque nuevamente el pibe Campazzo fue el encargo de robar una bola clave en la salida de Atenas, para recibir una falta antideportiva, volver a meter ambos lanzamientos y sentenciar finalmente el 89 a 83 que le dio a Peñarol su primer Bicampeonato en la historia.

Prensa Peñarol

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