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domingo, 19 de diciembre de 2010

“Es un orgullo ganarle a un rival tan bueno”

Tras la victoria ante Regatas, el entrenador de Peñarol Sergio Hernández destacó, en conferencia de prensa, la trascendencia de doblegar a un oponente de jerarquía. Además, el técnico remarcó que "la diferencia del tablero no se condice con la realidad". También hablaron Demti, Martínez y Gutiérrez.

Las circunstancias del trámite de juego y la labor del oponente forzaron al campeón reinante del Super 8 a transpirar su vestimenta para alzarse con la victoria. En el momento culmine y determinante de la noche fue vital el aporte de energía de los suplentes de Peñarol. En relación a esa situación se explayó el entrenador Sergio Hernández, quien en conferencia de prensa arrancó diciendo que “les trasladamos la presión a los jugadores de la banca pero con la confianza que ellos podían aportar lo que el equipo necesitaba. La verdad que tenemos un banco de lujo, que nos está ayudando a ganar muchos partidos últimamente”.

El técnico continuó ponderando el valor de la contribución de su rotación en el último cuarto, ya que manifestó que “el grupo ya está más allá de la actuación individual, lo único que quiere es que gane el equipo y si para ganar tiene que jugar Giorgetti que juegue. Además, Leo (Gutiérrez) ya es medio el papa de todos, tiene muchos años de profesional en la Liga y disfruta viendo jugar a los jóvenes. En tanto y cuanto los jóvenes tengan personalidad, más allá de que jueguen bien o mal, vamos a ser todos felices”.

La performance colectiva y la apuesta táctica de Olímpico maniató a Peñarol durante grandes lapsos del encuentro y Hernández lo confesó: “Nos complicaron la existencia, por eso lo primero que debíamos hacer en el momento mas adverso era sobrevivir demostrando que no estábamos ensimismados”.

En el capítulo final el escolta Selem Safar se erigió en un productor determinante de anotaciones, generando una actuación formidable. Justamente, el ex Argentino de Junín se refirió a su labor y la incidencia de Leo Gutiérrez en su confianza: “Es lindo que te den responsabilidades, por suerte hoy me salieron bien las cosas y estamos todos muy contentos. Me gusta que confíen en mí y estar en momentos importantes. Leo siempre me da confianza, aparte estoy con él en la habitación, y que me aconseje un jugador de su calidad y lo ayude a ser mejor es una ayuda grandísima”.

El ex entrenador de los santiagueños explicó la estrategia ideada para enfrentar este compromiso al aseverar que “nuestra idea era que Peñarol no pueda jugar en forma convencional, a partir de defensas alternativas generales situaciones diferentes para que no estén cómodos. Hicimos un trabajo muy bueno durante más de 30 minutos, obviamente que la rotación y en nuestra falla en la defensa de los internos bajos nos puso desprolijos en ataque y cambió el ritmo de juego. Mentalmente se transformó en otro partido, Peñarol tomó vigor y confianza”.

Por su parte el alero Diego Cavaco también remarcó como decisivo en el quiebre del encuentro el aporte de los suplentes de los marplatenses: “El banco de Peñarol hizo la diferencia, entraron y le dieron otro ritmo y vértigo, remontaron esa diferencia que teníamos y presionaron toda la cancha. Nos complicaron con esos internos bajos y versátiles. Siento que el banco marcó la diferencia, ya que durante 30 minutos hicimos un gran planteo, la energía de la rotación definió la historia”.

Olímpico dispuso de sus momentos para cristalizar la victoria, pero terminó con las manos vacías. En esta línea habló Guillermo Narvarte, quien compartió sus sensaciones: “Me voy con bronca porque uno quiere ganar, primero porque el equipo preparó el juego, estábamos convencidos que podíamos ganarle. Me voy con bronca porque estuvimos muy cerca de lograrlo. Sabemos que hay que corregir, pero hay que remarcar que este es nuestro partido número 20 y debe ser el 250 de Peñarol, mas allá de la jerarquía, la continuidad hace diferencias”.

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